Hace tiempo me venía rondando la idea de tener espejos circulares en mi dormitorio, así que los conseguí en una subasta por la web (Mercado Libre)... una ganga.El tema es que venía con una cinta que se adhería a la pared. Muy lindo todo, pero a la hora que los había colocado empezaron a caerse (dos de ellos se me rompieron). En algunos casos, con pedazos de pared misma.
Luego de mi ataque de nervios decidí poner manos a la obra e idear un soporte.
Encontré una madera que había levantado una vez de la basura, retazos de empapelado y... cinta aislante negra para los bordes.
La cinta que traían se pegó mejor en una superficie lisa, antes que la rugosa de la pared.
Luego, amurarlo y... ¡una divinura!
Secreto: Hay cuatro cosas que nunca faltan en esta casa: pegamento "la gotita" (cemento de contacto), cinta aislante o aisladora (la que se usa para los cables), precintos y masilla de dos componentes. Con todos ellos, arreglo casi todo lo que se rompe en la casa o mis proyectos.
Por cierto, los colores de mi habitación son rojo, blanco y negro (ausencia de color, como diría un profesor que tuve). Como no me quedaba bien el borde de la pintura roja sobre la blanca (por más prolijidad que traté de tener) le puse... ¡cinta aislante negra!
Otro secreto: Le fuí agregando espejos que tenía de los que vienen para guardar en la cartera (rubor, base y demás).
Que tengan un buen día.
Acá, del otro lado, capuccino en mano con tostadas.
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