Así que manos a la obra, me puse a buscar restos de pinturas de años anteriores y encontré un verde horrible (encima lo tuve que diluír) y algo de blanco. Así que: Música a todo volumen, primera mano de verde y luego, dos a tres bolsas de basura y a golpear la pared. Resultado en las fotos, todavía no está terminado.
Como diría mi hija: "tataaaánnn"
¡¡Qué idea tan genial!! Lástima no poder ver esas fotos más grandes porque parece que la pared quedó estupenda :)
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