28 de enero de 2014

Nuestra huerta en la terraza

Lo importante para nosotros como padres, es poder enseñarle a nuestra hija que con paciencia, trabajo y mucho amor, puede cosechar lo que siembre en la vida. En este caso, plantas, hortalizas que no le gusta comer pero desde que ella misma las cosecha, les gusta y va a su huertita para elegir el plato que quiere comer...
El día de mañana sembrará relaciones, sentimientos, amigos, pareja y con mucho amor todo lo que inicie con amor, volverá a su vida con el mismo amor que los sembrado...


Algunos plantines (tomates) los compré en la feria de http://www.buenosairesmarket.com y en http://www.sabelatierra.com/

Fue y es una experiencia maravillosa. No sabíamos nada de cultivos y lo más importante fue el acercamiento que tuvo nuestra hija hacia las frutas y verduras. Cuando más las conocía y las cuidaba, más las consumía.

Poco a poco vamos aprendiendo y la próxima vez vamos a estar mejor preparados para diseñar nuestra huertita, así que... ¡NADA ES IMPOSIBLE!



Nuestra primera frutilla. Orgullo familiar.

¡Comimos mucha lechuga desde noviembre!

Orgullosa mi hija con su primer tomate


Reciclamos envases de agua
¡Les dije que comimos mucha lechuga!
 

Otra forma de reciclar los envases...

Antes del invierno empezamos nuestro proyecto.

De a poco fueron creciendo...


Con amor y dedicación empezaron a dar fruto...

¡Y pensar que antes no le gustaba la lechuga!







Tomate, frutilla, acelga y lechuga.



También conocimos a http://www.mini-huertas.com/    

Primera tanda de acelgas...

Y nuestras primeras zanahorias...




Preparamos los cultivos para este año

¡Y comimos muuuuchos tomatitos cherry!

Y del otro tipo, también...


Algunos de los ricos platos que comimos


¡Y para fin de año, nos regalaron un limonero!

Tomemos conciencia...


Como siempre digo, reciclar es amar.
Es tomar conciencia del medio que nos rodea y tener la iniciativa y esperanza de generar un cambio día a día, para las próximas generaciones.
Es educarlos, alentarlos y que para ellos sea tan natural cuidar el medio ambiente, como para nosotros haberlo disfrutado desde nuestra niñez hasta nuestra adultez.
Reciclar es amar.
Reciclar es enseñar.
Es dejar un legado.
Es una forma de pedir disculpas al medio ambiente del daño que le hemos hecho, pero como bien dicen: "No está muerto quien pelea", ¡así que manos a la obra!
Les dejo una web muy interesante:

http://www.dondereciclo.org.ar/